La rebeldía de ser quien sos…

Esta semana quiero compartir una reflexión que ha estado tomando forma en mis pensamientos.

Aunque me siento agradecida y feliz, debo admitir que estos últimos días he estado un poco ansiosa. 

Estoy “volviendo al ruedo” con mi marca, llena de ilusión y nuevos proyectos, reconectando con mi propósito y misión. 

He pasado más tiempo con mis amigas, mi familia, y trato de ser una madrina cada vez más presente. 

También estoy creando nuevos recuerdos con mi pareja, (ya que ambos atravesamos procesos de transformaciones profundas y nos estamos reencontrando)

Reconozco cada vez más mi energía, respeto mis espacios de autocuidado y disfruto mis tiempos a solas. Recientemente compré y estoy remodelando mi casa, lo cual me llena de felicidad.

Me autopercibo como una mujer feliz y abundante, agradecida a Dios, al TODO, al Universo por esta maravillosa vida. Sin embargo, un correo de Dani Barrios me llevó a reflexionar:

¿Estoy realmente disfrutando todo esto? 

¿Por qué siento esta ansiedad? 

¿Creo que lo merezco? 

¿Me siento culpable por vivir mis sueños sin que todo provenga del sacrificio y el esfuerzo?

Es curioso cómo, a pesar de estar viviendo la vida de mis sueños, por algún motivo siento culpa.

No es fácil ser nosotras mismas en un mundo que parece diseñado para que encajemos.

Muchas veces sacrificamos nuestra libertad, sueños y autenticidad en busca de una estabilidad que, aunque puede ser cómoda, no nos llena.

Ser auténticas es un acto de valentía.

Como dice Dani en su correo:

Es normal sentir culpa cuando finalmente nos atrevemos a ser quienes realmente somos, sobre todo cuando vemos que muchas personas a nuestro alrededor han elegido caminos más convencionales. No hay un camino correcto o incorrecto, simplemente son diferentes.

Sé que tú, como yo, has elegido el camino hacia tu verdadero ser. Ese camino puede parecer extraño, solitario y, en ocasiones, incomprendido. Te puede llevar a hacer cosas que quienes te rodean no entenderán, y que incluso muchos cuestionarán. Pero si es lo que tu alma te pide, confía en que es por ahí.

A veces, lo más productivo es detenerse, observar y reflexionar sobre lo que estamos viviendo.

¿Te has sentido así alguna vez?

Es esa mezcla de alegría y plenitud por estar viviendo lo que siempre soñaste, mientras sientes ansiedad por no estar a la altura o miedo al juicio de los demás. Y preguntarte: ¿Quién soy yo para hacer o decir esto?

Esta entrada es una invitación a no quedarte a medias con lo querés transmitir. Confía en tu visión única, en tu poder y en tu capacidad de vivir la vida a tu manera.

Salí al mundo desde tu autenticidad, y el universo te devolverá esa misma energía.

Permítete cuestionar tus pasos y estrategias, no desde el juicio, sino con la intención de encontrar una versión más plena de ti misma. El verdadero éxito no está en lo que logras, sino en la paz y la satisfacción de saber que cada paso te acerca a quien realmente quieres ser.

Mi misión es acompañarte a expresar todo lo que tu alma tiene para decir.

Te dejo con este mensaje que me llegó en mi ritual de la mañana y que resume la esencia de esta reflexión:

Estás en un momento de expansión, no dejes que tus creencias limitantes o los bloqueos externos te apaguen. 

El universo te abraza en cada paso que das para que puedas mostrarte tal cual sos. 

Confía en tu potencial y en tu poder divino. No permitas que tus miedos limiten tu expresión.

No te resistas ni te escondas a la sombra. No tengas miedo de mostrar tu poder de expandir tu voz, de brillar y de ser vos misma, tenés un enorme potencial muchas personas se nutrirán de tu talento al escucharte.

¡Es momento de compartir tu luz!

Con muchísimo amor,
Vicki